miércoles, 5 de enero de 2011

"LA MALA CLASE"


“... Porque varios se han hecho millonarios fabricando ignorantes” dice la profesora. Las luces se apagan y uno logra recobrar el aliento. Los aplausos aparecen espontáneos y rabiosos, lo actores aparecen una y otra vez mientras la gente continua los vítores de pie . “La vería de nuevo. Yo también”, se escucha repetidamente.

“Mala Clase” texto de Luis Barrales y dirección de Aliocha de la Sotta es un completo éxito. Y para todos los que estudiamos en colegio público, en liceo con número, es el eco de una época que parece repetirse y una otra vez en las aulas de este país, como un amargo déjà vu.

Sobre el escenario cuatro alumnos descarriados intentan sobornar a la profesora de historia, que alguna vez fue una joven de izquierda, para que los pase de curso y logren salir de cuarto medio. La graduación comenzará en poco rato, pero antes los estudiantes deben rendir un examen sobre algo que hayan aprendido de historia para no quedar “pegados” en cuarto medio.

El texto de Barrales, que se llevó el Altazor este año, es filoso y envolvente. La educación publica chilena aparece desnuda sobre el escenario, exponiendo todas sus miserias. La tensión entre los alumnos y la profesora avanza y retroceda como un bomerang cargado de penas, rabias y desilusiones en ambos bandos.

La música de Nirvana, Radiohead acompaña este enfrentamiento, en el que la torpeza e ingenuidad se mezcla con la crueldad y el desvarío de estos alumnos que necesitan salir del colegio pero no saben por qué o para qué.

La Mala Clase es una obra redonda y poderosa, que no decae jamás y que tiene ese maravilloso efecto de hacerte reír con ácidas ironías y de pronto, sin aviso, dejarte en silencio al borde del asiento. Una pequeña joya que sigue dando vueltas al salir de la sala y que te hace pensar que desde que tu escapaste de aquellas aulas hace ocho años las cosas no han cambiado nada.

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